Que, simpática la Presidenta. ¿Y que más?. Heeee, super simpática… ¿Y?.
Que vergüenza, cuando hace algunos años avizoraba que “esta gordita” podía ser Presidente, dije en este mismo Blog ciertos aspecto de la personalidad de ella, que francamente fueron muy pero muy asertivos.
La cuenta pública del año 2008, fue tan inútil como larga y dejo una percepción haber sido preparada mediáticamente para las próximas elecciones.
Si bien es cierto hay cosas rescatables, no es menos cierto que faltaron grandes temas como por ejemplo el tema impositivo que tiene su punto de inflexión en la clase media que soporta toda esta carga y que no existe para el gobierno.
La tolerancia de este sector, del cual formo parte, es verdaderamente asombroso. No son los que protestan, no salen a las calles, no forman grandes manifestaciones, no paralizan empresas o instituciones, no se manifiestan en lo más absoluto, y soportan sobre sus hombros todos los vaivenes de la economía en sus escasos y fijos ingresos.
No es que los ancianos no merezcan mejoras, tampoco es cierto que los más pobres no merezcan ayuda, pero si no se da solución a quienes forma el 70% de la población, si el gobierno no es capaz de empatizar con este gran segmento social, jamás podrán dar reales soluciones a sus problemas.
¿Bueno y como podemos nosotros, clase media chilena, manifestar el descontento a la permanente falta de soluciones a los problemas? El día que tu y yo debamos concurrir con nuestro voto, es ahí el momento de demostrarle a estos señores de la Concertación que en Chile no solo viven pobres y ricos, viven millones de familias de la esforzada Clase Media, que históricamente ha sido marginada y que es el sostén a través de su carga impositiva, de todas los programas sociales que desarrolla el gobierno de turno. Nosotros pagamos y ellos cobran en las urnas.
(18 años de “concerta”, váyanse a la cresta)
