martes, octubre 19, 2010

Olor a mierda

Cuando pronunció su discurso Nibaldo Mosciatti, el hedor a mierda invadió cada espacio del concurrido evento, le salía por los poros todo el resentimiento de un individuo que no merecía ni la más mínima consideración, pues es a mi juicio de aquellos que se levanta cada mañana con una bolsa de mierda en la mano y la lanza a quien se encuentre.

Obvio que la culpa no la tiene el chancho (Mosciatti) sino por el contrario quienes fueron tan brillantes como para encontrar en el trabajo de este individuo el más mínimo atisbo de calidad, no logrando entender que trayectoria no significa profesionalismo ni menos calidad.

Que se cree este periodista de pacotilla y pelafustán, un pobre y vil representante de lo más rancio y hediondo de la izquierda chilena, con qué derecho este engendro insulta a instituciones como la Iglesia, Militares y Universidades de Nuestro país, no solo fue ordinario y picante en sus expresiones sino que descalificó de la manera más fácil a quienes en ese momento obviamente no tenía derecho a réplica.

Aprovechó su momento de fama, momento que más que dejarlo bien posicionado, lo muestra tal cual es, nada, un ser que ha tratado de sobresalir por sobre sus pares a punta de descalificar a personas e instituciones que no son de su agrado.

Ha dejado un olor a mierda el “periodista” Mosciatti y se hace acreedor merecidamente a un premio que no es otro que dejarlo posicionado en el lugar que siempre ha estado, la mediocridad e ignominia, desde donde nunca ha salido ni saldrá.

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