Hasta cuando tendremos que soportar la indecencia, inconsecuencia y desvergonzada actitud del Gobierno de Bachelet, en gesto propio de estos “socialistas”, ha visitado a un verdadero dictador como lo es Castro, sin mostrar la más mínima consecuencia en su “lucha” por los derechos humanos.
La calaña de estos inconsecuentes no tiene límite. El atropello sistemático a los derechos humanos por parte de la dictadura Castrista no existe para esta “indignataria”, y puede mover sus grasas rápidamente para correr a estrechar la mano del más detestable e infame de los seres humanos que ha demostrado hasta el día de hoy su animadversión hacia el pueblo chileno, apoyando entre otras la “causa” boliviana para lograr arrebatarnos parte de nuestro territorio y cumplir con sus ambiciones marítimas.
Para el DC Burgos “fue para darse un gusto”, que mal gusto tiene entonces Bachelet, el mismo gusto que tienen todos quienes profesan la ideología socialista, comunista o mejor dicho de izquierda que no hacen otra cosa que transformar en vomitiva a toda la clase política y de paso avergonzarnos de tener que tolerar a esta clase de especímenes que pululan por el espectro nacional buscando el lugar y el momento apropiado para sacar sus garras cubiertas de pólvora y sangre de quienes no apoyan su tan añejo, gastado y probadamente fracasado modelo de gobierno.
Es sin embargo la manera más apropiada de poner fin a dos gobiernos socialistas marcados por la vergüenza y los saqueos a las arcas fiscales.
El viaje en sí ha sido a todas luces el peor y mas vergonzoso episodio, sin más trámite el Dictador Castro le dijo en su cara lo que piensa y siente por nuestro país.
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